El análisis de cientos de grandes cursos fluviales de todo el planeta revela la presencia de principios activos de medicamentos, en concentraciones que ponen en peligro los ecosistemas acuáticos.
Por Martina Saporiti
Los residuos industriales y domésticos que se vierten en los mares y ríos de nuestro planeta contienen todo tipo de contaminantes, incluidos los principios activos de algunos fármacos. Tales moléculas producen distintos efectos en los organismos acuáticos: las bacterias desarrollan resistencia a los antibióticos, los peces macho se feminizan y algunos ejemplares se vuelven temerarios, favoreciendo así su depredación. Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Science por John Wilkinson, del Departamento de Geografía y Medioambiente de la Universidad de York, y sus colaboradores ha puesto de manifiesto el alcance de esta contaminación en los ríos de todo el globo.
El equipo investigador, que forma parte del Proyecto de Vigilancia Mundial de Productos Farmacéuticos, analizó las aguas de 258 ríos en 104 países de todos los continentes. En concreto, midieron la concentración de 61 principios activos presentes tanto en medicamentos como en productos de amplio consumo, como el café y los cigarrillos. En la cuarta parte de los más de 1000 puntos de muestreo, la concentración de al menos un principio activo superaba el límite considerado seguro para el bienestar animal. El paracetamol, la cafeína, la nicotina y la cotinina (un metabolito de la nicotina) contaminan los ríos de todo el planeta. Y otros 14 principios activos, como la lidocaína (un anestésico), el naproxeno (un antiinflamatorio) y la metformina (un antidiabético), se han encontrado en todas partes, excepto en la Antártida.
La mayor contaminación se detecta en los ríos del África subsahariana, el sur de Asia y Sudamérica, debido principalmente a la escasez de plantas de tratamiento de aguas residuales. En Europa, las muestras más contaminadas se obtuvieron en el río Manzanares a su paso por Madrid, mientras que en el tramo romano del Tíber, los contaminantes de origen farmacéutico más abundantes son el paracetamol, la metformina, el atenolol (un medicamento contra la hipertensión) y la carbamazepina (un anticonvulsivo).
Artículo traducido y adaptado por Investigación y Ciencia con permiso de Le Scienze.
Referencia: «Pharmaceutical pollution of the world’s rivers». John L. Wilkinson et al. en PNAS, vol. 119, art. e2113947119, 14 de febrero de 2022.
Fuente: INVESTIGACIÓN Y CIENCIA