¿Los alimentos vegetales industriales son realmente nutritivos?

Un estudio de la UBA advierte que quienes eligen dietas vegetarianas o veganas podrían no cubrir sus necesidades de nutrientes esenciales con los productos industriales a base de plantas

El trabajo, llevado a cabo por la Cátedra de Bromatología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, analizó más de 200 productos que se ofrecen en supermercados y dietéticas del Gran Buenos Aires para evaluar su perfil nutricional y su aporte real de vitaminas y minerales clave.

Un boom que no siempre es saludable

En Argentina, alrededor del 12 % de la población se declara vegetariana o vegana, según la Unión Vegana Argentina, un porcentaje similar al de varias naciones europeas. Sin embargo, «cuando se abandona una dieta omnívora, si se adopta una dieta vegetariana/vegana que no está bien planificada, habrá carencia de nutrientes esenciales, cuya carencia pondría en riesgo la salud», advierte Luis Dyner, profesor e investigador de la UBA. Entre esos nutrientes críticos, menciona:

  • Hierro, zinc y calcio
  • Vitaminas B12 y D
  • Ácidos grasos omega 3
  • Equilibrio entre potasio y sodio

¿Vegetariano equivale a saludable?

La profesora Carola Greco, coautora del estudio, señala que «muchos de los que se vuelven vegetarianos lo hacen en busca de una dieta más saludable, y el mercado ofrece productos para ellos que no siempre lo son». El relevamiento incluyó:

  1. Bebidas vegetales (leches de almendra, maní, castaña)
  2. Análogos de carne (milanesas, medallones)
  3. Sustitutos de lácteos (quesos y yogures vegetales)

El análisis centesimal—que cuantifica carbohidratos, proteínas, grasas, fibra y sodio—reveló que muchos de estos productos:

  • Registran excesos de sodio y grasas
  • Carecen de nutrientes clave (no están fortificados con calcio o vitaminas)
  • Declaran valores nutricionales que pueden diferir más de un 20 % respecto de lo informado en el rótulo

La trampa de la biodisponibilidad

No basta con que un alimento contenga cierto mineral; también importa cuánto se absorbe en el intestino. Dyner explica que «el hierro hemínico, derivado de la hemoglobina del tejido animal, se absorbe de forma mucho más eficiente» y además potencia la captación de hierro vegetal. En cambio, el hierro y el zinc de origen vegetal suelen mostrar menor biodisponibilidad, a menos que se los combine con jugos cítricos u otros alimentos que favorezcan su absorción.

Suplementos y fortificación: ¿la solución?

Los investigadores ya estudian los suplementos dietarios destinados a vegetarianos y veganos, pues «la vitamina B12, por ejemplo, que de forma natural sólo está presente en carnes de pescado, huevos, leche y derivados, es raro que se le agregue a los alimentos», señala Greco. Y, además, no todos los suplementos contienen las dosis adecuadas para suplir esa carencia.

Planificación y asesoramiento profesional

Para evitar déficits nutricionales, especialmente en niños, embarazadas y madres lactantes, el equipo enfatiza la necesidad de un plan alimentario bien diseñado:

  • Incluir legumbres, frutos secos y semillas
  • Complementar con alimentos fortificados y suplementos
  • Buscar asesoramiento de nutricionistas

Greco concluye: «Asegurar una alimentación sana es muy importante. Y más importante lo es en el caso de niños, embarazadas y madres lactantes que elijan llevar una dieta sin alimentos de origen animal».

Por Daniel Ventuñuk
En base al artículo de Martín Cagliani (Subsecretaría de Prensa y Protocolo - Rectorado UBA) en ARGENTINA INVESTIGA

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