El dengue, una peligrosa infección transmitida por mosquitos, se extiende a nuevos territorios debido al cambio climático. La OMS advierte sobre la propagación de esta enfermedad en Europa y Sudamérica, instando a la preparación y prevención. Descubrí cómo el calentamiento global está desafiando la salud pública y qué avances científicos podrían ayudar a combatirlo.
El cambio climático no solo impacta en los glaciares y en el clima extremo; también afecta a nuestra salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en alerta sobre la propagación del dengue, una infección viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, hacia nuevas áreas geográficas debido al aumento de las temperaturas medias, las precipitaciones y la prolongación de periodos de sequía.
Un peligroso viaje hacia lo desconocido
Antes confinado a climas tropicales y subtropicales, el dengue ahora amenaza a países europeos como nunca antes. La OMS informa que alrededor de 129 países, donde reside aproximadamente la mitad de la población mundial, corren el riesgo de contraer esta enfermedad. Sudamérica también se encuentra en alerta, con países como Bolivia, Paraguay y Perú reportando casos de dengue en zonas donde antes era menos frecuente.
Raman Velayudhan, director del Programa Mundial de Control de Enfermedades Tropicales de la OMS, destaca que el mosquito transmisor Aedes está presente en unos 22 países europeos, y desde 2010 se han registrado casos de transmisión de dengue y chikungunya en esta región. Esto significa que el dengue está desafiando las fronteras y exigiendo una preparación adecuada por parte de las autoridades sanitarias.
La lucha contra el dengue: cifras preocupantes y desafíos
El dengue es la infección vírica transmitida por mosquitos más común en el mundo. Afecta entre 100 y 400 millones de personas cada año, y aunque la mayoría se recupera en una o dos semanas, algunos desarrollan dengue grave, lo que puede ser mortal, especialmente en casos de infección secundaria.
Los casos de dengue han aumentado drásticamente en las últimas décadas. En 2000, se registraban alrededor de medio millón de casos, pero en 2022, se superaron los 4.2 millones, mostrando un alarmante incremento de ocho veces. Asia representa el 70% de la carga mundial de esta enfermedad, y las perspectivas futuras son sombrías.
El papel del cambio climático en la propagación del dengue
El mosquito Aedes, transmisor del dengue, es resistente y capaz de sobrevivir en diversas condiciones climáticas. La escasez de agua o las inundaciones no frenan su propagación; al contrario, se multiplican más rápidamente a mayor temperatura, lo que amplía su alcance geográfico.
La importancia de la prevención y la investigación
La OMS enfatiza que la prevención es fundamental en la lucha contra el dengue. La aplicación de repelente, el uso de espirales antimosquitos y dormir bajo mosquiteras son medidas esenciales para protegerse de las picaduras del Aedes.
Además, se están desarrollando avances científicos prometedores para combatir el dengue. Algunos ensayos clínicos están evaluando nuevos antivirales, mientras que ya existe una vacuna en el mercado con ciertas limitaciones, y otras dos candidatas están en fase de desarrollo.
El desafío para Europa y Sudamérica es inminente. Los Estados deben estar preparados y tomar medidas para evitar una propagación masiva del dengue. La ciencia y la prevención son nuestras mejores herramientas en esta lucha contra un enemigo invisible pero peligroso.
