Por Romina Monteverde
Durante toda su vida, la glándula mamaria experimenta remodelaciones drásticas, por lo que es considerada como un órgano muy dinámico. En particular, los conductos que la componen se ramifican para formar sitios productores de leche, que la preparan para la lactancia, y una vez finalizada esta etapa, se eliminan
.
Sin embargo, la glándula mamaria también es propensa a sufrir enfermedades. De hecho, estos conductos ramificados son de particular interés para los investigadores porque constituyen un sitio muy propenso a desarrollar cáncer de mama.
Ahora un equipo de investigadores de Melbourne, en Australia, ha descubierto que un tipo de célula inmunitaria es capaz de mantener sano este tejido interviniendo en la regulación de los procesos vitales de los conductos mamarios ya mencionados. Los hallazgos se publicaron en la revista Nature Cell Biology.
Macrófagos ductales
El equipo estuvo explorando los conductos mamarios utilizando técnicas de imágenes de alta resolución y descubrió que un tipo de células inmunitarias llamadas macrófagos ductales “apretadas entre dos capas de la pared del conducto mamario”, según indican el doctor Caleb Dawson, uno de los autores.
Estas células se encargan de controlar las amenazas en los conductos mamarios, y así ayudan a mantener la salud de dichos tejidos, configurando una protección importante frente al cáncer.
Los macrófagos ductales «se comen» las células moribundas
Como mencionamos al principio, cuando termina la lactancia, el tejido mamario debe remodelarse. Los macrófagos ductales trabajan «comiéndose» a las células productoras de leche que mueren y que necesitan ser eliminadas después de que se detiene la producción de leche.
Las imágenes tridimensionales mostraron a los investigadores atónitos que los macrófagos ductales, que tienen forma de estrella, rodeaban con sus extremidades a las células moribundas y se las comían. Y este trabajo de limpieza ayudaba a «colapsar las estructuras productoras de leche redundantes, lo que les permite regresar con éxito a un estado de reposo».
Tal es su importancia en la glándula mamaria que, cuando los investigadores los eliminaron de los conductos mamarios, descubrieron que no había ninguna otra célula inmunitaria que llevara a cabo este proceso de manera tan rápida.
La importancia de comprender el papel de las células inmunitarias
Ahora bien, la mayoría de los órganos del cuerpo, incluyendo el cerebro, el hígado, los pulmones, la piel y el intestino, cuentan con su propia población de macrófagos que cumplen funciones específicas como la regulación de la infección, la inflamación y la función de estos órganos.
Al descubrir el papel tan crucial que juegan este tipo de células en la protección de las glándulas mamarias en particular, la ciencia ha dado un paso significativo en la comprensión del funcionamiento del sistema inmunitario.
Asimismo, esto permite identificar los complejos procesos celulares que se pueden desequilibrar y dar lugar a cánceres como el de mama, sugiriendo nuevos puntos de enfoque para el desarrollo de tratamientos más efectivos.
Referencia:
Tissue-resident ductal macrophages survey the mammary epithelium and facilitate tissue remodelling.
Publicado originalmente en TekCrispy