Houssay y la yerba mate: una relación hasta hora desconocida

Para millones, es un ritual diario, un símbolo de encuentro. Pero la yerba mate es también un fascinante objeto de estudio. En una jornada que unió pasado y presente, investigadores no solo presentaron los últimos hallazgos sobre sus beneficios para la salud —desde el Parkinson hasta la salud ósea—, sino que también rescataron del olvido los estudios pioneros que un premio Nobel argentino, Bernardo Houssay, le dedicó a la infusión hace 80 años.

La ciencia y el mate, dos pasiones argentinas, se encontraron en un evento extraordinario en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. La VII Jornada Yerba Mate y Salud no solo sirvió para presentar los últimos descubrimientos sobre las propiedades de nuestra infusión nacional, sino que también fue el escenario para la revelación de un verdadero tesoro científico: una serie de investigaciones sobre la yerba mate, perdidas durante 80 años, realizadas nada menos que por el Premio Nobel Bernardo Houssay.

La historia de un tesoro científico perdido (y encontrado)

La aventura comenzó casi por casualidad. El investigador del CONICET Juan Ferrario, mientras escribía su libro de divulgación La ciencia del mate, encontró una cita en otra obra que mencionaba unos trabajos de Houssay sobre el tema. «Nadie sabía dónde estaban. Entonces, me desesperé por conseguirlos y empecé a buscarlos sin parar», recordó Ferrario.

Su búsqueda de detective lo llevó a un hallazgo increíble: 28 reportes científicos y más de 100 cartas escritas por Houssay entre 1938 y 1944. Las investigaciones habían sido un encargo de la entonces Comisión Reguladora de la Yerba Mate (antecesora del actual Instituto Nacional de la Yerba Mate, INYM). Durante 80 años, este valioso material permaneció en el olvido.

Ferrario se especializa en investigar cuestiones vinculadas con la enfermedad de Parkinson y se enteró de los documentos escritos por Houssay mientras escribía un libro de divulgación.

Gracias a la iniciativa de Ferrario, los documentos fueron donados al Archivo Histórico de la Facultad de Ciencias Exactas, donde, como relató la archivista Lara Martínez, se realizó un minucioso trabajo de conservación, digitalización y publicación para que este patrimonio esté ahora al alcance de todos.

Mucho más que una infusión: lo que dice la ciencia hoy

Continuando el legado del propio Houssay, la jornada fue un desfile de los más recientes hallazgos científicos sobre los efectos del mate en la salud, presentados por investigadores de todo el país y de Uruguay.

Desde Misiones, la investigadora de la UNaM, Ana Thea, disertó sobre las propiedades químicas de la yerba. Por su parte, Lucas Brun, de la Universidad Nacional de Rosario, compartió noticias alentadoras: el consumo de mate contribuye a la salud ósea, ayuda a controlar la hipertensión y la salud del corazón, y podría tener efectos positivos contra la obesidad y la diabetes. Además, aprovechó para derribar algunos mitos: «No está comprobado que sea diurético ni que genere gastritis», afirmó.

El propio Juan Ferrario presentó los avances de su línea de investigación, mostrando que el consumo de mate puede reducir los efectos de la enfermedad de Parkinson al proteger a las neuronas dopaminérgicas. Según sus estudios, también se observaron mejoras en la respuesta motora, el estado de alerta y la sensación de placer.

El alma de las jornadas: la divulgación

El evento, organizado por la UBA y el INYM, es la culminación de un esfuerzo que comenzó en 2013, justamente en la Universidad Nacional de Misiones. Como explicó Verónica Scalerandi, del INYM, el objetivo de estas jornadas siempre fue fomentar la investigación y llenar los vacíos de información sobre un producto tan central para nuestra cultura.

Para Scalerandi, la divulgación es «el alma» de estos encuentros. Y en esta edición, la historia cerró un círculo perfecto. «Para nosotros, hoy es una fiesta», dijo emocionada. «Juntamos la historia de lo mejor de la Argentina en investigación, de la mano de Houssay, que fue el primer director del CONICET, junto con un organismo como la Comisión Reguladora de Yerba Mate, que es el antecedente histórico del INYM».

Durante el encuentro se presentaron documentos inéditos de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1947, que ya había comenzado a investigar sobre la yerba mate a principios del siglo pasado.

El evento no solo celebró los nuevos descubrimientos, sino que honró un legado. Unió, como dijo Scalerandi, la bandera de «aquel genio de la ciencia argentina» con «el trabajo humilde» de los investigadores de hoy que, financiados por el INYM, siguen explorando los secretos que se esconden en cada mate.

Por Daniel Ventuñuk
En base al artículo de Vanina Lombardi publicado en Agencia TSS

Deja un comentario