Un nuevo estudio revela que casi 200.000 casos de adenocarcinoma de pulmón en 2022 están vinculados a la contaminación ambiental por material en partículas, con Asia Oriental como epicentro de esta crisis global.
El cáncer de pulmón: una epidemia silenciosa
El cáncer de pulmón es mucho más que una estadística alarmante. Es la principal causa de incidencia y mortalidad por cáncer en el mundo. En 2022, se diagnosticaron 2,5 millones de casos, lo que equivale a una tasa de 23,6 casos por cada 100.000 personas, según datos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero detrás de estos números hay una historia más compleja: los patrones de este cáncer han cambiado drásticamente en las últimas décadas. Mientras que las tasas de incidencia en los hombres han disminuido en la mayoría de los países debido a cambios en el consumo de tabaco, entre las mujeres, paradójicamente, han seguido aumentando. ¿Qué está pasando?
La contaminación del aire: un culpable emergente
El estudio, publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, arroja luz sobre un factor de riesgo que está ganando protagonismo: la contaminación ambiental por material en partículas. Este tipo de contaminación, compuesta por pequeñas partículas suspendidas en el aire que respiramos, está directamente relacionada con un mayor riesgo de adenocarcinoma, uno de los cuatro subtipos principales de cáncer de pulmón.
Según el análisis, de los 2,5 millones de casos diagnosticados en 2022, casi 200.000 fueron atribuidos a la contaminación ambiental. Esto significa que aproximadamente el 8% de todos los casos de adenocarcinoma podrían estar vinculados a este factor.
«Hay cada vez más pruebas de que existe un vínculo causal entre la contaminación ambiental por material en partículas y un mayor riesgo de adenocarcinoma», explicó el doctor Freddie Bray, jefe de la División de Vigilancia del Cáncer de la IARC y autor principal del estudio.
Asia Oriental: el epicentro de la crisis
El estudio también reveló que la mayor carga de adenocarcinoma atribuible a la contaminación ambiental se encuentra en Asia Oriental, particularmente en China. Las cifras son impactantes: en 2022, se registraron 114.486 casos en hombres y 80.378 en mujeres, con tasas de incidencia anuales de 2,35 por cada 100.000 hombres y 1,46 por cada 100.000 mujeres.
En términos regionales, las tasas más altas de adenocarcinoma en hombres se observaron en Asia Oriental (27,12 por 100.000), mientras que en mujeres, también fue esta región la más afectada (19,04 por 100.000).
Esto no es casualidad. Países como China enfrentan niveles extremadamente altos de contaminación del aire debido al rápido desarrollo industrial, el uso masivo de combustibles fósiles y la densidad poblacional. Estos factores convierten a la región en un laboratorio involuntario para estudiar los efectos de la exposición prolongada a material particulado en la salud humana.
Los cuatro subtipos de cáncer de pulmón
El cáncer de pulmón no es una enfermedad única, sino que se divide en cuatro subtipos principales:
- Adenocarcinoma: El más común en la actualidad, especialmente entre las mujeres y las generaciones más jóvenes.
- Carcinoma de células escamosas: Asociado históricamente con el tabaquismo.
- Carcinoma de células pequeñas: Altamente agresivo y vinculado al consumo de tabaco.
- Carcinoma de células grandes: Menos frecuente pero igualmente letal.
El estudio destaca que el adenocarcinoma ha surgido como el subtipo predominante en los últimos años, con un aumento notable entre las generaciones más jóvenes, especialmente las mujeres. Esto sugiere que factores distintos al tabaco, como la contaminación ambiental, están jugando un papel clave.
El cambio en los patrones de riesgo
El doctor Bray explicó que los cambios en la fabricación de cigarrillos y en los patrones de consumo de tabaco han influido en las tendencias de incidencia del cáncer de pulmón por subtipo. Sin embargo, advierte que el tabaco no es el único villano.
«El riesgo de incidencia del cáncer de pulmón por subtipo ha cambiado en gran parte por los cambios en el consumo de tabaco y la exposición a la contaminación del aire», señaló Bray.
Este hallazgo tiene implicaciones importantes para las políticas públicas. Si bien las campañas de control del tabaco han sido exitosas en muchos países, la contaminación ambiental sigue siendo un problema creciente que requiere atención urgente.
¿Qué podemos hacer al respecto?
El estudio no solo pone de manifiesto el problema, sino que también ofrece pistas sobre cómo abordarlo. Según Bray, las tendencias divergentes por sexo observadas en las últimas generaciones ofrecen información valiosa para los especialistas en prevención del cáncer y los responsables de las políticas públicas.
Para reducir la carga de cáncer de pulmón, es fundamental implementar estrategias integrales que combinen:
- Control del tabaco: Continuar reduciendo el consumo de cigarrillos, especialmente en poblaciones vulnerables.
- Mejora de la calidad del aire: Implementar medidas para reducir la contaminación ambiental, como la transición hacia energías limpias y el uso de tecnologías menos contaminantes.
- Educación y concienciación: Informar a la población sobre los riesgos de la contaminación del aire y cómo protegerse.
Un llamado a la acción global
El aumento del adenocarcinoma de pulmón vinculado a la contaminación ambiental es una señal de alerta. No solo nos recuerda la importancia de cuidar el aire que respiramos, sino también la necesidad de actuar de manera coordinada a nivel global.
¿Te gustaría saber más sobre cómo la contaminación del aire afecta nuestra salud o sobre las estrategias que se están implementando para combatirla? Dejá tu comentario o compartí este artículo para ayudarnos a difundir esta información crucial.
Referencias
- Publicación original en The Lancet.
- Datos de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC).
- Comunicado de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por Daniel Ventuñuk
