Durante décadas, más crecimiento económico significó inevitablemente más quema de combustibles fósiles para generar electricidad. Esa era ha terminado. Un nuevo informe del centro de investigación Ember revela un hito histórico: en la primera mitad de 2025, el 100% del aumento de la demanda eléctrica mundial fue cubierto exclusivamente por energía solar y eólica. Estamos, por primera vez, descarbonizando la red eléctrica en tiempo real.

El sector energético global acaba de cruzar un umbral que, hasta hace poco, parecía una utopía lejana. Por primera vez en la historia, todo el crecimiento de la demanda de electricidad en el mundo durante el primer semestre de 2025 fue satisfecho por completo con energías limpias. La generación solar y eólica no solo cubrió el nuevo consumo, sino que lo superó, marcando un punto de inflexión definitivo en la transición energética.

«Estamos presenciando la descarbonización del sector eléctrico en tiempo real», destacó con entusiasmo Dave Jones, director del programa global de Ember. «Es un avance crucial para cumplir los objetivos climáticos internacionales». El Secretario General de la ONU, António Guterres, se hizo eco del logro, instando al mundo a «aprovechar esta oportunidad histórica».

El doble motor: China y los costos en picada

Este cambio de paradigma no es casualidad. Se apoya en dos motores que funcionan a toda máquina. El primero es China, que se ha consolidado como el líder indiscutido de la expansión renovable, representando el 43% del crecimiento mundial en energía solar y el 44% del eólico.

El segundo motor, y quizás el más potente, es el económico. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIEA), la competitividad de las renovables es imparable. Un dato lo dice todo: los precios de los módulos solares fotovoltaicos son hoy un 50% más bajos que a finales de 2023. Esta caída brutal de los costos ha convertido a la energía solar en el pilar de la transición.

El carbón se prepara para ceder su trono

La velocidad del cambio es asombrosa. La AIEA proyecta que la capacidad renovable global crecerá un 30% solo en 2025, el ritmo más rápido jamás registrado. Esta explosión está a punto de provocar un cambio histórico: se espera que a finales de este mismo año, las energías renovables superen al carbón como la principal fuente de generación de electricidad del mundo.

Como consecuencia directa, el informe proyecta que 2025 será probablemente el primer año en que la generación de electricidad a partir de combustibles fósiles experimente una disminución significativa, incluso en un contexto de crecimiento económico global.

Una buena noticia que (todavía) no alcanza

A pesar de este hito monumental, desde las Naciones Unidas piden no caer en la complacencia. Aunque el avance es innegable, la transición «aún no es lo suficientemente rápida ni justa» para cumplir con el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

El mensaje es claro: hemos demostrado que es posible. La tecnología y la economía están alineadas. Ahora, el desafío es acelerar aún más el ritmo para que este punto de inflexión no sea solo una buena noticia, sino el verdadero comienzo de la solución a la crisis climática.