La idea de usar órganos de cerdo genéticamente modificados para salvar vidas ya no es ciencia ficción. Se ha hecho con corazones y riñones. Pero el pulmón, por su increíble complejidad, era considerado el Everest de los xenotrasplantes. Un equipo de cirujanos en China acaba de conquistarlo por primera vez.
Un equipo de investigadores en China ha logrado un hito que hasta ahora parecía inalcanzable: trasplantar con éxito el pulmón de un cerdo genéticamente modificado a un receptor humano. El paciente, un hombre de 39 años con muerte cerebral, mantuvo el órgano funcionando durante nueve días, en lo que representa una prueba de concepto fundamental para el futuro de los trasplantes entre especies (xenotrasplantes).
Este avance, publicado en la revista Nature Medicine, es especialmente significativo porque el pulmón es considerado por los expertos como el órgano más difícil de trasplantar. «Tienen la mayor cantidad de vasos sanguíneos, por lo que son más propensos al ataque del sistema inmune, lo que puede provocar coágulos y daño en el tejido», explica Muhammad Mohiuddin, el cirujano que en 2022 lideró el primer trasplante de corazón de cerdo a una persona viva. Por eso, este procedimiento es visto como «un primer paso» crucial.
Un cerdo con «llaves» humanas
El éxito de la operación no fue casualidad. El pulmón provenía de un cerdo que había sido sometido a seis ediciones genómicas para hacerlo compatible con un cuerpo humano. La «receta» fue precisa:
- Se eliminaron tres genes porcinos para reducir el riesgo de que el sistema inmune humano lo reconociera como extraño y lo atacara.
- Se agregaron tres genes humanos para «camuflar» el órgano y protegerlo activamente del rechazo.
Nueve días de lecciones cruciales
Tras la cirugía, los investigadores observaron el órgano de cerca. Durante los primeros tres días no hubo signos de rechazo hiperagudo, el temor principal en este tipo de intervenciones. Sin embargo, sí aparecieron otros desafíos esperables: el pulmón mostró hinchazón y daño debido al tiempo que pasó sin oxígeno durante el trasplante, y en los días siguientes se observó daño causado por anticuerpos.
A pesar de esto, el equipo notó un signo esperanzador: para el noveno día, cuando el estudio se detuvo a petición de la familia del receptor, el daño en el pulmón parecía haberse reducido.
El camino hacia los ensayos clínicos
Este experimento, aunque no se realizó en un paciente vivo, abre la puerta a futuros ensayos clínicos en personas con enfermedades pulmonares terminales que no tienen otra opción y morirían esperando un donante humano.
Los propios autores y otros expertos, como el cirujano australiano Wayne Hawthorne, reconocen que aún hay mucho por mejorar, como las técnicas de preservación del órgano fuera del cuerpo y la adición de más modificaciones genéticas para evitar la formación de coágulos.
Este hito se suma a la media docena de trasplantes de otros órganos de cerdo (corazones, riñones e hígados) realizados en los últimos años, y llega en un momento en que los ensayos clínicos para riñones e hígados de cerdo ya han sido aprobados en Estados Unidos. El Everest de los trasplantes ha sido escalado; ahora comienza el largo camino para hacerlo seguro para todos.
Referencias:
He, J. et al. Nature Med. https://doi.org/10.1038/s41591-025-03861-x (2025).
Por Daniel Ventuñuk
En base al artículo de Rachel Fieldhouse publicado en Nature
