Bebidas que enferman más rápido de lo que crees

Estudios revelan que el consumo excesivo de gaseosas modifica el ADN de las bacterias intestinales, reduce la protección contra inflamaciones y aumenta el riesgo de diabetes tipo 2. ¿Qué pasa en tu cuerpo cuando las tomas?

Las gaseosas son populares en todo el mundo, especialmente entre niños, adolescentes y jóvenes. Su sabor dulce y burbujeo las convierten en una elección común en comidas rápidas, reuniones sociales y rutinas diarias. Sin embargo, investigaciones recientes revelan que su consumo frecuente tiene consecuencias profundas en la salud, desde la boca hasta el intestino.

«El consumo habitual de bebidas azucaradas altera el equilibrio microbiano en el organismo, reduciendo bacterias beneficiosas y favoreciendo especies patógenas», afirman los estudios citados.

La boca, primer frente de batalla

Una investigación destacó que el alto consumo de refrescos azucarados disminuye la diversidad bacteriana en la saliva y promueve el crecimiento de microorganismos acidogénicos. «Las personas con consumo elevado mostraron mayor prevalencia de Streptococcus mutans, asociado a caries y procesos inflamatorios bucales», revela el estudio.

Esta alteración no solo afecta la salud dental, sino también la inmunidad local, debilitando la primera línea de defensa contra infecciones.

El intestino bajo ataque: inflamación y cambios genéticos

El impacto en el intestino es aún más preocupante. Un estudio de 2025 demostró que las bebidas azucaradas reducen bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta, esenciales para la salud del colon. Paralelamente, se observó un aumento de especies como Clostridium bolteae, vinculadas a trastornos metabólicos.

Además, se detectaron cambios en el ADN de Bacteroides thetaiotaomicron, una bacteria clave para proteger el intestino contra inflamaciones y patógenos. «Al retirar el azúcar de la alimentación, las bacterias recuperaron su configuración genética original y los indicadores inmunológicos volvieron a niveles normales», señalan los autores.

Diabetes tipo 2: un riesgo que crece con cada sorbo

El consumo frecuente de bebidas azucaradas se vincula a un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Por cada porción adicional diaria, el riesgo puede aumentar hasta un 25%. Sin embargo, hay esperanza: reemplazar una porción diaria por agua, café o té no endulzados reduce el riesgo entre un 2% y un 10%.

«Los hallazgos actuales justifican una mayor atención a los efectos de estas bebidas sobre la salud digestiva y general», concluyen los investigadores.

¿Es irreversible el daño?

Aunque los estudios no establecen relaciones causales definitivas, muestran que muchos efectos son reversibles al reducir el consumo de azúcar. «La recuperación de la microbiota intestinal y la mejora en marcadores inflamatorios son señales alentadoras», destacan los autores.

El mensaje es claro: aunque más investigaciones clínicas son necesarias, los datos actuales respaldan una reducción urgente del consumo de bebidas azucaradas para prevenir enfermedades crónicas.

Un comentario en “Bebidas que enferman más rápido de lo que crees

Deja un comentario