Dos estudios con participación de científicos del CONICET revelan ADN de Mycobacterium lepromatosis en restos de Chile (4 000 años) y de Canadá y Argentina (1 000 años), confirmando que la lepra existía en América mucho antes de la Conquista y aportando claves sobre la evolución y dispersión del patógeno.
Durante siglos se asumió que la lepra—o enfermedad de Hansen—fue introducida en América por los colonizadores europeos. Sin embargo, dos investigaciones recientes desmantelan esta idea:
- Nature Ecology & Evolution: Darío Ramírez, Rodrigo Nores y Nicolás Pastor, junto a colegas del Max Planck y de Chile, detectaron ADN de M. lepromatosis en restos de dos adultos de la región semiárida del norte de Chile, datados en 4 000 años.
- Science: Pierre Luisi y un consorcio liderado por el Instituto Pasteur y la Universidad de Colorado identificaron M. lepromatosis en tres individuos—uno en Canadá y dos en Argentina—de hace 1 000 años.
En ambos casos, el análisis de ADN antiguo (aDNA) confirmó la presencia de la variante menos conocida de Hansen en poblaciones prehispánicas, lo que implica que la bacteria evolucionó y se dispersó en el continente de manera independiente y previa al contacto con Europa.
Paleogenómica y colaboración intercultural
El trabajo en Chile implicó muestrear 35 dientes y 19 huesos con lesiones patológicas de 41 individuos en cinco yacimientos. La colaboración con paleopatólogos de Alemania y Chile permitió integrar análisis osteológicos y genómicos.
En el estudio de Science, casi 400 muestras arqueológicas fueron evaluadas junto a datos de cepas actuales, triplicando la información genética disponible de M. lepromatosis. Asimismo, la investigación contó con el consentimiento y la participación activa de comunidades indígenas, garantizando el respeto por sus tiempos y perspectivas sobre los restos ancestrales.
«Los intercambios interculturales garantizan que las voces indígenas orienten la interpretación de los resultados», subraya Luisi.
Implicaciones para la evolución y salud pública
Estos hallazgos transforman la narrativa sobre la lepra en América y plantean preguntas clave:
- Evolución separada: M. leprae y M. lepromatosis evolucionaron aisladamente en hemisferios opuestos durante milenios, antes de dispersarse globalmente.
- Dispersión rápida: Las cepas prehispánicas de Canadá y Argentina, genéticamente cercanas, indican una rápida expansión continental de la enfermedad en apenas unos siglos.
- Reservorios zoonóticos: La presencia de Hansen en roedores y armadillos sugiere posibles ciclos no humanos que influyen en su persistencia actual.
Aunque la lepra ha decrecido gracias a tratamientos efectivos, en 2022 se notificaron 174 000 nuevos casos en más de 100 países. Comprender su historia y adaptación milenaria contribuye a mejorar estrategias de vigilancia y control, especialmente en zonas con hacinamiento y pobreza.
Reescribiendo la historia médica de América
Estos estudios paleogenómicos no solo corrigen la cronología de la lepra en el continente, sino que abren un debate más amplio sobre qué otras enfermedades pudieron existir en sociedades precolombinas. Al integrar técnicas de recuperación de ADN antiguo, colaboración internacional y diálogo con pueblos originarios, se sientan las bases para una historia de la salud en América más completa y respetuosa de su diversidad cultural.
Referencias bibliográficas
- Ramírez, D. A. et al. “4000‑year‑old Mycobacterium lepromatosis genomes from Chile reveal long‑establishment of Hansen’s Disease in the Americas.” Nature Ecology & Evolution (2025). https://doi.org/10.1038/s41559-025-02771-y
- Lopopolo, M. et al. “Pre‑European contact leprosy in the Americas and its enduring persistence.” Science (2025). https://www.science.org/doi/10.1126/science.adu7144
