La invasión de las partículas plásticas en nuestra vida

Cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico, de las cuales menos del 10 % se recicla, y 11 millones terminan en ríos y océanos. Según el PNUMA, cada persona ingiere y respira más de 50 000 microplásticos al año, un problema que el Día Mundial del Medio Ambiente 2025 busca revertir.

La producción global de plástico supera los 400 millones de toneladas anuales, con más de la mitad de esos polímeros diseñados para un solo uso. Menos del 10 % se recicla, y 11 millones de toneladas —equivalentes al peso de 2 200 torres Eiffel— acaban cada año en lagos, ríos y océanos. El coste social y ambiental de esta contaminación se calcula entre 300 000 y 600 000 millones de dólares anuales, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Cuando el plástico se fragmenta, genera microplásticos que penetran en alimentos, agua y aire. Se estima que cada persona consume más de 50 000 partículas de plástico al año, y muchos más al inhalarlas. Estas diminutas partículas atraviesan sistemas biológicos, llegando «desde la cima del monte Everest hasta las profundidades del océano; desde el cerebro humano hasta la leche materna», advierte el Secretario General de la ONU, António Guterres.

Día Mundial del Medio Ambiente y campaña #BeatPlasticPollution

Celebrado el 5 de junio desde 1973, el Día Mundial del Medio Ambiente es la mayor plataforma de divulgación ambiental. En 2025, bajo el lema #BeatPlasticPollution, el PNUMA convoca a gobiernos, empresas y comunidades a:

  • Eliminar plásticos de un solo uso mediante regulaciones estrictas.
  • Impulsar la economía circular, diseñando productos pensados para reutilizarse y reciclarse.
  • Fortalecer la gestión de residuos con infraestructura adecuada y verificación de cadenas de valor.

«La contaminación por plásticos está asfixiando nuestro planeta, dañando los ecosistemas, el bienestar y el clima. Los residuos plásticos obstruyen los ríos, contaminan los océanos y ponen en peligro la vida silvestre», señaló Guterres en su mensaje por esta jornada.

Hacia un acuerdo más ambicioso y justo

Para revertir la marea plástica, el Secretario General instó a negociar un tratado que cubra todo el ciclo de vida del plástico, basado en principios de economía circular y equidad:

«Este año necesitamos un acuerdo ambicioso, creíble y justo, que responda a las necesidades de las comunidades y se aplique rápida e íntegramente», expresó Guterres, y urgió a los delegados a retomar las conversaciones en agosto decididos a superar diferencias y lograr el tratado que nuestro mundo necesita.

Un pacto global de esta envergadura permitiría alinear las políticas de producción, comercio y gestión de residuos, garantizando recursos financieros y tecnológicos para los países en desarrollo. De ese modo, se podría frenar la contaminación por plásticos antes de alcanzar un punto de no retorno que comprometa la salud humana y la estabilidad del clima.

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