La tecnología HyperSperm recrea en laboratorio la “capacitación” natural de los espermatozoides y mejora la calidad embrionaria en fertilización in vitro
Un grupo de investigadores del CONICET presentó en Frontiers in Cell and Developmental Biology los resultados de HyperSperm, una técnica que reproduce in vitro los cambios bioquímicos que atraviesan los espermatozoides al pasar por el tracto reproductivo femenino. Ensayos en animales y un primer estudio clínico en humanos mostraron un aumento significativo en la proporción de blastocistos de alta calidad, allanando el camino para reducir el tiempo y aumentar el éxito de los tratamientos de fertilización asistida.
Cuando el espermatozoide abandona el cuerpo masculino está lejos de estar listo para fecundar: carece de las modificaciones bioquímicas —conocidas como “capacitación”— que adquiere al interactuar con el fluido y las señales del tracto reproductivo femenino. Hoy, ese paso esencial quedaba fuera de las técnicas convencionales de preparación seminal para fertilización in vitro (FIV). HyperSperm, desarrollado por científicos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR–CONICET–UNR) e implementado en la clínica In Vitro Buenos Aires, reproduce en un tubo de ensayo las mismas concentraciones de iones y factores liberados por el útero y las trompas de Falopio, activando rutinas moleculares clave en el espermatozoide antes de la fecundación.
En modelos preclínicos con ratones, los embriones generados tras aplicar HyperSperm mostraron mayor calidad y tasas de implantación superiores. «Vimos un salto en la producción de embriones óptimos y una implantación más rápida, sin comprometer la seguridad», cuenta Mariano Buffone (IBYME–CONICET), uno de los líderes del estudio. En el ensayo piloto con diez parejas humanas que utilizaron óvulos de donante, la proporción de blastocistos aptos para transferencia fue significativamente mayor en el grupo tratado con HyperSperm, y hasta la fecha ya nacieron al menos tres bebés sanos producto de estos embriones.
«Las metodologías actuales seleccionan espermatozoides móviles y morfológicamente normales, pero no los capacitan realmente», explica Darío Krapf (IBR–CONICET), cofundador de la empresa de base tecnológica Fecundis. «HyperSperm imita el entorno femenino: así logramos que más espermatozoides alcancen su pleno potencial para fecundar, lo que se traduce en más embriones de calidad y menos ciclos fallidos». Reducir los intentos y los costos emocionales y económicos es, para muchas parejas, tan importante como la tecnología misma.

Un paso clave para entender la infertilidad masculina
El factor masculino en la infertilidad ha quedado relegado en las últimas décadas. «Sabemos que la mayoría de los espermatozoides requieren capacitarse en el tracto femenino, pero hasta ahora no entendíamos bien sus eventos moleculares», señala Krapf. Los estudios previos de Buffone y Krapf revelaron rutas de señalización iónica y enzimática imprescindibles: HyperSperm, al activar esas vías en el laboratorio, convierte espermatozoides “crudos” en verdaderos actores de la fertilización.
El equipo planea ampliar el número de pacientes en un segundo piloto y avanzar en las aprobaciones regulatorias. El objetivo es que HyperSperm llegue al mercado entre 2026 y 2027, ofreciendo a las clínicas de reproducción asistida una herramienta capaz de aumentar notablemente sus tasas de éxito y acortar el camino de las parejas hacia la paternidad.
Referencias
Gómez Elias M. et al. INCREASED REPRODUCTIVE OUTCOMES AFTER OPTIMIZED SPERM PREPARATION. Frontiers in Cell and Developmental Biology 13:1596421 (2025). https://doi.org/10.3389/fcell.2025.1596421
Por Daniel Ventuñuk
En base al artículo de Bruno Geller
