La amenaza de la resistencia a los antibióticos y otros medicamentos exige pasar del compromiso a la acción

Organizaciones no gubernamentales, el sector privado y el mundo académico se reunieron en Arabia Saudita para abordar los desafíos de «una de las amenazas más urgentes para la salud mundial». El encuentro se realizó un día antes del inicio de la cuarta Conferencia Ministerial Mundial sobre esta problemática.

Jeddah, Arabia Saudita, fue sede de una reunión centrada en la resistencia a los antimicrobianos (antibióticos, antivirales, antifúngicos y antiparasitarios), como antesala de la cuarta Conferencia Ministerial Mundial sobre el tema.

En esta sesión, que congregó a organizaciones no gubernamentales, el sector privado y el ámbito académico, los participantes discutieron estrategias para enfrentar «una de las amenazas más urgentes para la salud mundial y los desafíos del desarrollo».

Se espera que la conferencia reúna a representantes de 57 países, entre ellos 48 ministros y viceministros, además de más de 450 participantes de organizaciones internacionales y de la sociedad civil, incluidas oficinas y agencias de las Naciones Unidas.

El objetivo principal es avanzar «de las declaraciones a la acción» a través de alianzas intersectoriales para combatir un fenómeno que ha generado consecuencias devastadoras en la salud, las economías y las sociedades, especialmente en países de ingresos bajos y medios.

Una pandemia silenciosa

La resistencia antimicrobiana ocurre cuando bacterias, virus, hongos y parásitos dejan de responder a los medicamentos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades graves, discapacidades y muertes al volver ineficaces tratamientos que antes eran efectivos.

En una declaración política adoptada por la Asamblea General de la ONU, los líderes mundiales se comprometieron a reducir en un 10%, para 2030, las cinco millones de muertes anuales vinculadas a esta resistencia.

También instaron a financiar planes nacionales y solicitaron 100 millones de dólares para garantizar que, al menos, el 60% de los países cuenten con recursos suficientes para implementar sus planes de acción para 2030.

Además, se formalizó la Secretaría Conjunta Cuatripartita sobre Resistencia a los Antimicrobianos, integrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

El ministro de Salud saudí, Fahad Al-Jalajel, subrayó la necesidad de adoptar un enfoque integral para superar los obstáculos que dificultan el progreso, señalando que el problema afecta por igual a humanos, animales y el ambiente. «La reunión de Jeddah es una oportunidad crucial para reforzar nuestra respuesta colectiva a los riesgos de esta pandemia creciente y silenciosa», expresó.

En la reunión se abordaron temas como la vigilancia y gestión, el desarrollo de capacidades, la provisión de fondos, la gobernanza, la innovación, la investigación y el desarrollo.

Voluntad política

Conversamos con Kathrine Urbaez, directora ejecutiva de la ONG Alianza para la Diplomacia Sanitaria.

La Alianza se dedica a promover la diplomacia para avanzar en temas de salud global. Según Urbaez, la pandemia de COVID-19 destacó la importancia de las políticas de Una sola salud y de fomentar la cooperación entre todos los sectores.

Urbaez destacó la necesidad de avanzar «de los compromisos a las acciones» y consideró que la Declaración Política de la Asamblea General y la Conferencia de Jeddah representan grandes avances, aunque es esencial mantener el impulso político.

«La concreción de los compromisos es posible si existe voluntad política, y establecer un mecanismo de seguimiento y rendición de cuentas es clave», afirmó.

Además, señaló: «Debemos abordar la resistencia a los antimicrobianos desde una perspectiva holística. Es importante involucrar a los políticos al más alto nivel, no solo a los ministros de Salud, Medio Ambiente, Agricultura o Finanzas. Necesitamos un compromiso político real para impulsar las políticas contra la resistencia y adoptar el enfoque de Una sola salud».

Más que una amenaza sanitaria

Julian Nyamupachitu, director adjunto de ReAct África, una red que promueve la acción contra la resistencia bacteriana en países de ingresos bajos y medios, subrayó que la falta de financiación y voluntad política son barreras importantes para avanzar.

Mientras los países desarrollan nuevos planes nacionales, ReAct África está ayudando a priorizar actividades prácticas y a utilizar herramientas como el cálculo de costos y presupuestos de la OMS para fundamentar políticas.

Nyamupachitu consideró que la nueva Declaración Política mejora la de 2016, aunque lamentó la ausencia de compromisos concretos en materia de financiación.

«El tema de pasar de la declaración a la acción es muy oportuno, y espero ver un compromiso serio por parte de los ministros en Jeddah», dijo.

Un mercado roto

Michiel Peters, representante de la Secretaría de la Alianza de la Industria contra la Resistencia Antimicrobiana, explicó que los antibióticos son «fundamentalmente diferentes» a otros productos comerciales, ya que su objetivo no es vender más, sino administrarlos de manera adecuada y responsable.

Desarrollar antibióticos requiere «una enorme inversión de tiempo y dinero», y muchos no llegan al mercado, lo que deja al sector en crisis. «El mercado está roto», advirtió Peters.

También destacó la falta de financiación gubernamental y de incentivos para la investigación y el desarrollo, lo que ha provocado que científicos clave abandonen este campo en favor de áreas como la oncología, donde la financiación es más sólida.

A pesar de los avances desde 2016, Peters insistió en que queda mucho por hacer y que «nadie puede abordar este problema de manera aislada».

La conferencia de Jeddah y la reunión de la Plataforma de Asociación Multilateral son esenciales para avanzar en este desafío global. «No se trata solo de lo que podemos poner en el papel, sino de lo que realmente vamos a hacer», concluyó.

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