La resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una asesina invisible, responsable directa de 1,3 millones de muertes e indirecta de otros cinco millones de decesos cada año. Sin embargo, hay muchas formas de abordar esta amenaza, desde la higiene y el saneamiento hasta la vacunación.
Antes de la reunión de alto nivel sobre la resistencia a los antimicrobianos, que se celebrará en el marco de la Asamblea General, te explicamos en este artículo lo que necesita saber al respecto.
¿Qué es la resistencia antimicrobiana?
Desde su descubrimiento hace un siglo, los medicamentos antimicrobianos —desde los antibióticos hasta los antivirales— han prolongado significativamente la esperanza de vida media. Todos los días, estos medicamentos esenciales salvan millones de vidas, hasta que dejan de hacerlo.
La RAM se produce cuando microorganismos como bacterias, virus, hongos y parásitos ya no responden a los medicamentos antimicrobianos. Como resultado, estos medicamentos se vuelven ineficaces y las infecciones se tornan difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, padecimientos graves, discapacidad y muerte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Al igual que el COVID-19, las infecciones resistentes a los antimicrobianos no conocen fronteras y nadie es inmune.

La resistencia antimicrobiana es cada vez mayor.
Le puede pasar a cualquiera
Detrás de cada cifra que registra la resistencia a los antimicrobianos hay un costo humano real. Algunos de los problemas crecientes incluyen opciones de tratamiento limitadas, estadías prolongadas en el hospital, medicación constante, pérdida prolongada de ingresos, deudas por tratamientos médicos, pobreza, pérdida de familiares y dolor. Las vidas son gravemente afectadas y, en algunos casos, se pierden sin remedio.
«Le puede pasar a cualquiera, en cualquier lugar», alerta la agencia de salud de la ONU.
Incluso con buena salud, una lesión menor, una cirugía de rutina o una infección pulmonar común pueden escalar inesperadamente a una situación de riesgo de vida. Para quienes padecen enfermedades preexistentes como cáncer, VIH o diabetes, una infección intratable puede surgir como una segunda amenaza peligrosa, atacando cuando menos se lo espera.
¿Qué la provoca?
Varios factores pueden acelerar la aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos, siendo el uso excesivo de antibióticos uno de los más importantes.
- Uso excesivo y mal uso de antimicrobianos: El uso de antibióticos cuando no es necesario, la prescripción excesiva por parte de los profesionales de la salud y los tratamientos incompletos contribuyen a la resistencia.
- Uso agrícola: El uso de antibióticos en el ganado para promover el crecimiento y prevenir enfermedades puede generar cepas resistentes que, a su vez, se transmiten a los seres humanos.
- Control deficiente de infecciones: El saneamiento y la higiene inadecuados en los centros de salud y en las comunidades facilitan la propagación de microorganismos resistentes.
- Comercio y viajes globales: El incremento del movimiento de personas y bienes permite que los organismos resistentes se propaguen con mayor facilidad a través de las fronteras.

Un médico examina una muestra en un laboratorio de microbiología de un hospital universitario de Nigeria.
Consecuencias de la resistencia
El aumento de la resistencia antimicrobiana tiene graves consecuencias tanto para la salud individual como para la salud pública.
La RAM amenaza la vida de millones de personas y también el futuro económico de la humanidad. Afecta, además, los sistemas alimentarios, el desarrollo y la seguridad.
Podría tener un costo mundial estimado de 3,4 billones de dólares anuales para 2030, empujando a unos 28 millones de personas a la pobreza para 2050, según el Banco Mundial.

Plan de acción mundial
La buena noticia es que la RAM es 100% prevenible. Los socios internacionales adoptaron un Plan de Acción Mundial en 2015 y han ampliado la concientización pública, el uso responsable de antimicrobianos y la investigación continua.
Otra herramienta eficaz es reducir la necesidad de antimicrobianos mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud a través de una cobertura sanitaria universal, priorizando la prevención y el control de infecciones, la inmunización y los programas de agua, saneamiento e higiene.
Por su parte, la OMS monitorea, informa y actualiza sobre los microorganismos resistentes a los medicamentos. Por ejemplo, a principios de este año, actualizó su lista de las bacterias resistentes a los medicamentos más peligrosas para la salud humana.
«Desde que se publicó la primera Lista de patógenos bacterianos prioritarios en 2017, la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos se ha intensificado, erosionando la eficacia de numerosos antibióticos y poniendo en riesgo muchos de los logros de la medicina moderna», señaló la doctora Yukiko Nakatani, subdirectora general de la OMS para la Resistencia a los Antimicrobianos, en la publicación de mayo pasado de la última lista.
«Al mapear las bacterias resistentes a los medicamentos y evaluar su impacto en la salud pública, esta lista es clave para orientar la inversión y abordar la crisis de acceso y la cadena de suministro de antibióticos», enfatizó.

Ilustración de la bacteria resistente a los medicamentos, Mycobacterium tuberculosis.
¿Quién está tomando medidas?
- Los líderes mundiales que acudirán a la reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre la resistencia a los antimicrobianos aprobarán una declaración política.
- La Secretaría Conjunta Cuatripartita sobre la Resistencia a los Antimicrobianos consolida la cooperación entre la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la OMS y la Organización Mundial de Sanidad Animal (WOAH), aprovechando sus mandatos para apoyar la respuesta mundial a la resistencia a los antimicrobianos bajo el enfoque de «Una Salud».
- La OMS lanzó a principios de 2024 la campaña mundial «La RAM es invisible, yo no» para crear conciencia pública, y organiza cada año la Semana Mundial de Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, del 18 al 24 de noviembre.
- Además, la agencia sanitaria ha establecido un grupo de trabajo de sobrevivientes para dar una plataforma y amplificar las voces de quienes han experimentado complicaciones por infecciones resistentes a los medicamentos.
