Uno de los factores clave en esta crisis es la IA, cuyos sistemas actuales consumen 33 veces más energía.

El consumo global de recursos energéticos, impulsado por el desarrollo de tecnologías avanzadas, está llevando al mundo hacia una posible crisis energética.

Los expertos advierten que la creciente demanda de energía de los sistemas informáticos, especialmente de la inteligencia artificial (IA), podría desencadenar una «sequía energética» a nivel global.

Aunque el problema no es inmediato, informes como el de Eco News señalan que, si no se implementan soluciones de energía renovable a tiempo, países como Estados Unidos podrían enfrentarse a un retroceso de siglos, reviviendo condiciones propias de la Edad Media debido a la falta de electricidad.

A medida que las innovaciones en software y en IA se aceleran, el hardware no ha sido capaz de mantenerse al ritmo, lo que contribuye al aumento en el consumo energético.

Uno de los factores clave en esta crisis es la inteligencia artificial, cuyos sistemas actuales consumen 33 veces más energía que los modelos algorítmicos tradicionales. Empresas como Meta, OpenAI y Google están desarrollando modelos de lenguaje que requieren una enorme cantidad de recursos energéticos para funcionar, lo que agrava el problema.

Se espera que el consumo energético global en los centros de datos alcance los 1.000 TWh para 2026, lo que representa un crecimiento exponencial respecto a los 460 TWh consumidos en 2022.

La advertencia de Elon Musk

Elon Musk, propietario de Tesla y X, ha sido uno de los más vocales respecto de esta crisis, afirmando que «la próxima escasez será de electricidad». Aunque empresas como Tesla están apostando por la energía renovable, Musk reconoce que la demanda de electricidad, impulsada por el crecimiento de la inteligencia artificial y los vehículos eléctricos, podría superar la oferta. En su opinión, las primeras señales de esta crisis se verán ya el próximo año, debido al avance acelerado de la tecnología.

Ante este panorama, se están considerando soluciones como la energía nuclear y un aumento en las instalaciones de energía renovable. Sin embargo, los esfuerzos actuales parecen ser insuficientes para frenar una crisis que podría alterar profundamente el mundo moderno y nuestras formas de vida, haciéndonos retroceder en términos de calidad de vida.

Autor: Jhoan M. López

Fuente: 20 MINUTOS