Se han notificado casos incluso en países donde el sarampión se había declarado eliminado como enfermedad endémica. Este aumento viral se atribuye a una menor tasa de vacunación contra la enfermedad durante la pandemia y la postpandemia. La transmisión ha experimentado un aumento acelerado en los últimos meses, y se espera que continúe si no se toman medidas urgentes.
Europa ha experimentado un notable aumento de casos de sarampión, una enfermedad vírica altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños, al haber pasado de 941 casos registrados en 2022 a más de 42.200 en 2023, según la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de ser una enfermedad que suele afectar principalmente a los niños, en 2023, el sarampión ha impactado a todos los grupos de edad, con diferencias significativas en la distribución por edades de los casos entre los países.
En general, dos de cada cinco casos ocurrieron en niños de 1 a 4 años, y uno de cada cinco casos en adultos de 20 años o más. Desde principios de año hasta octubre, se notificaron 20.918 casos hospitalizados, y dos países reportaron cinco muertes relacionadas con el sarampión.
Este resurgimiento de la enfermedad, para la cual no existe un tratamiento específico y que puede tener graves complicaciones como ceguera, encefalitis, diarrea aguda, infecciones del oído y neumonía, se atribuye en gran medida a la disminución de la cobertura de vacunación en los países entre 2020 y 2022.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la cobertura nacional notificada con la primera dosis de la vacuna en la región europea disminuyó del 96% en 2019 al 93% en 2022, mientras que la cobertura de la segunda dosis cayó del 92% en 2019 al 91% en 2022. En total, entre 2020 y 2022, más de 1,8 millones de lactantes no fueron inmunizados contra el sarampión, también conocido vulgarmente como el colorín.
Transmisión nacional e internacional
La reanudación de los viajes nacionales e internacionales y la eliminación de las medidas sociales y de salud pública relacionadas con la pandemia de COVID-19 han aumentado el riesgo de transmisión transfronteriza de la enfermedad y su propagación dentro de las comunidades, especialmente en aquellas no vacunadas o insuficientemente vacunadas.
Se han notificado casos en muchos países en los que el sarampión se había declarado eliminado como enfermedad endémica.
Si no se mantienen tasas muy elevadas de vacunación infantil sistemática (al menos del 95%) en todas las comunidades.
Estos países que han logrado la eliminación del sarampión siguen corriendo el riesgo de enfrentar brotes importantes y perturbadores tras la importación del virus desde otras latitudes, asegura la agencia de la ONU.

UNICEF/Yurko Dyachyshyn
La vacunación salva vidas
La OMS en Europa señaló que en varios países de la región se han iniciado campañas de inmunización sistemática, mientras está apoyando a los países con grandes brotes a investigar, identificar y vacunar a contactos susceptibles de desarrollar la enfermedad. También apoya la implementación del control de la infección en los entornos sanitarios, la sensibilización y el tratamiento de las preocupaciones públicas, la mejora de la vigilancia de la enfermedad y la planificación e implementación de la inmunización de respuesta al brote.
Sin embargo, todos los países, incluso aquellos que aún no tienen transmisión del sarampión, deben evaluar cuidadosamente sus lagunas de inmunidad y las deficiencias de sus programas, y tomar medidas inmediatas para solucionarlas.
«La vacunación es la única forma de proteger a los niños de esta enfermedad potencialmente peligrosa. Se necesitan esfuerzos urgentes para detener la transmisión y evitar una mayor propagación. Es vital que todos los países estén preparados para detectar rápidamente y responder a tiempo a los brotes de sarampión, que podrían poner en peligro los avances hacia su eliminación», dijo recientemente el director de la OMS en Europa, Hans Henri P. Kluge.
Para avanzar nuevamente hacia la eliminación del sarampión, es imperativo que los países alcancen y mantengan una cobertura superior al 95% con dos dosis de vacunas que contengan sarampión. Por lo tanto, todos los países deben dar prioridad a la consecución de una elevada cobertura de vacunación sistemática y a la eliminación de los vacíos de inmunidad.
Por Daniel Ventuñuk
