Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) arroja luz sobre cómo la inteligencia artificial generativa podría transformar el panorama laboral. ¿Aumentará los empleos o amenazará con la automatización? Descubrí sus implicaciones y cómo la gestión adecuada podría marcar la diferencia.
En la encrucijada entre la tecnología y el empleo, la inteligencia artificial generativa emerge como un elemento disruptivo que redefine el rumbo de la mano de obra global. El reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) arroja un vistazo profundo y optimista hacia esta evolución tecnológica y su impacto en el mercado laboral.
Históricamente, la llegada de nuevas tecnologías ha despertado debates divididos entre quienes ven en ellas el alivio para los trabajadores y aquellos que señalan la amenaza de una desocupación masiva. Este análisis, en cambio, se alinea con una perspectiva esperanzadora: la inteligencia artificial generativa, lejos de ser una adversaria, podría ser una aliada en la creación y mejora de empleos al automatizar tareas específicas.
La OIT enfatiza en la crucial importancia de la gestión adecuada y de la participación humana en la implementación de esta tecnología. En un momento en que la automatización es parte de la realidad diaria gracias a desarrollos como ChatGPT, es vital entender cómo estos avances redefinirán nuestras interacciones laborales. Aunque preocupaciones sobre la pérdida de puestos de trabajo están presentes, el estudio apunta a que la mayoría de los empleos serán complementados más que reemplazados por la inteligencia artificial generativa.
La historia tecnológica está llena de ejemplos similares: desde la introducción de la línea de montaje móvil a principios del siglo XX hasta la llegada de las primeras computadoras centrales en los años cincuenta y sesenta. Cada cambio trajo inquietudes, pero también nuevas oportunidades y la posibilidad de un avance más allá de lo imaginado. La inteligencia artificial generativa no es una excepción.
A medida que la tecnología avanza, se hace más accesible para todos. El lanzamiento de ChatGPT ha multiplicado la exposición de las personas a la inteligencia artificial. Esta interacción interactiva con la tecnología ha acortado la brecha entre la inteligencia artificial y el usuario, generando un espacio para aplicaciones y adaptaciones personalizadas. Sin embargo, esta cercanía también alimenta preocupaciones sobre la posible disminución de empleos.
La OIT destaca que la mayoría de los empleos e industrias enfrentan solo una exposición parcial a la automatización. En lugar de destruir puestos de trabajo, la inteligencia artificial generativa como ChatGPT complementará habilidades y permitirá a los trabajadores concentrarse en tareas más creativas y de alto valor. El informe enfatiza que el impacto principal será en la calidad de los empleos, influenciando la intensidad del trabajo y la autonomía laboral.
El estudio también señala diferencias notables según el nivel de desarrollo de los países. Los trabajos administrativos son los más expuestos, especialmente en economías desarrolladas. Aunque existe riesgo de automatización, las políticas adecuadas podrían convertir esta transformación tecnológica en una oportunidad de beneficios para países en desarrollo.
Sin embargo, el informe de la OIT no ignora las desigualdades de género. La automatización podría afectar más al empleo femenino debido a la preponderancia de mujeres en trabajos administrativos, especialmente en países de renta alta y media. Esto podría tener un impacto duradero en la creación de trabajos administrativos en países de renta baja.
El análisis de la OIT hace hincapié en que las repercusiones de la inteligencia artificial generativa dependerán de cómo se gestione su adopción. La necesidad de políticas que respalden una transición justa y consultiva es fundamental. Los trabajadores deben ser partícipes en este cambio, y la capacitación y la protección social deben ser prioridades para garantizar una transformación equitativa.
En última instancia, la inteligencia artificial generativa no es una fuerza externa que determine el destino del empleo. Los resultados de esta transición tecnológica dependerán de las decisiones humanas. Si bien es imposible predecir con certeza cómo se desarrollará la tecnología, la habilidad para maximizar sus beneficios y minimizar los desafíos recae en nuestras manos. La voz humana, la formación y la guía serán cruciales para dirigir esta evolución hacia un futuro laboral más justo y prometedor.
Por Daniel Ventuñuk
