Descubren en Río Negro huellas de dinosaurios con marcas de piel y garras

Un hallazgo paleontológico ha sacudido las tierras de Río Negro. Científicos del CONICET han revelado el descubrimiento de huellas de dinosaurios saurópodos con sorprendentes marcas de piel y garras. ¿Qué secretos desvelan estas impresionantes pisadas prehistóricas?.

En un rincón remoto de la provincia de Río Negro, una expedición científica llevada a cabo por expertos del CONICET ha revelado un tesoro de incalculable valor: huellas de dinosaurios saurópodos con detalles únicos que arrojan luz sobre la vida de estos asombrosos animales prehistóricos.

El hallazgo ocurrió en la localidad fosilífera conocida como La Buitrera, ubicada al noroeste de Río Negro. Ahí, afloran rocas que se remontan a cerca de 95 millones de años, pertenecientes al comienzo del Cretácico Superior. En aquel tiempo, la región se encontraba inmersa en un vasto desierto conocido como Kokorkom, una época fascinante y misteriosa que ahora podemos explorar gracias a las huellas dejadas por estos gigantes prehistóricos.

La expedición, liderada por el investigador del CONICET y director del Área de Paleontología de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Sebastián Apesteguía, junto con los becarios Lucila Fernández Dumont y Facundo Riguetti, tuvo lugar a principios de 2020. Durante esta exploración, se descubrió un conjunto de huellas de dinosaurios en un estado excepcional de preservación.

Lo que hace este descubrimiento aún más excepcional es que algunas de las huellas muestran sorprendentes marcas de la piel del costado y de la planta de los pies de estos majestuosos saurópodos. Además, en un caso particular, se encontraron marcas de garras curvas y alargadas, lo que brinda valiosa información sobre cómo eran sus extremidades y cómo se desenvolvían en su entorno.

Un grupo de científicos y científicas del CONICET halló, en un localidad fosilífera de Río Negro, huellas de dinosaurios con marcas de piel y de garras.
Foto: gentileza investigadores.

Adentrándonos en el pasado a través de la roca, los científicos analizaron meticulosamente estas huellas milenarias utilizando técnicas de datación y estudio avanzadas. Gracias a este minucioso trabajo, pudieron determinar que las pisadas pertenecen a dinosaurios saurópodos, pero aún persiste el misterio sobre si se trataba de titanosaurios o rebaquisaurios, dos grupos que habitaron la región en aquel momento.

Según Apesteguía, la forma cilíndrica de las huellas y la presencia de garras que se encuentran unidas, indican que estamos frente a saurópodos. Sin embargo, la cantidad de garras no ha podido ser precisada aún, lo que impide identificar con exactitud a qué subgrupo pertenecían.

Las huellas han revelado más que solo información sobre los dinosaurios; también han permitido a los investigadores reconstruir el entorno en el que vivieron estos antiguos gigantes. El sitio de La Buitrera fue demarcado en un momento particularmente húmedo dentro de la historia del desierto Kokorkom, lo que facilitó la preservación de estas impresiones en el sedimento. Justo debajo del nivel de las huellas, se encontraron restos de caparazones de tortugas de agua dulce, brindando una mirada más completa a la ecología de aquella época lejana.

La Buitrera es una localidad fosilífera que ha sido explorada durante casi un cuarto de siglo, y sus tierras han revelado numerosos descubrimientos paleontológicos, desde dinosaurios carnívoros del grupo de los velocirraptores hasta lagartijas, serpientes con patas y mamíferos driolestoideos de hocico largo. Este último hallazgo de huellas de saurópodos con marcas de piel y garras es una adición a la rica historia prehistórica de la región.

Para llevar a cabo este trabajo, el equipo de investigación contó con el apoyo financiero del CONICET, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, la Fundación Azara, la Universidad Maimónides y la National Geographic Society. Además, recibieron el permiso y aval de las familias dueñas de los campos donde se encontraron las huellas y el respaldo de la Secretaría de Estado de Cultura de Río Negro.

Equipo que realizó el hallazgo y descripción de las huellas.
Foto: gentileza investigadores.

Este descubrimiento de huellas de dinosaurios en La Buitrera, Río Negro, no solo nos conecta con nuestro pasado prehistórico, sino que también despierta la curiosidad científica para seguir explorando y descubriendo los misterios que yacen bajo nuestras tierras. Cada impresión en la roca nos transporta a una época olvidada y nos recuerda la importancia de proteger y preservar nuestro invaluable patrimonio paleontológico.

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