Una represa ancestral, rehabilitada con técnicas locales, brinda agua y esperanza a comunidades peruanas. Conocé el proyecto liderado por un investigador del CONICET que busca preservar el legado arqueológico y enfrentar los desafíos del cambio climático.
En la majestuosa Cordillera Negra de Perú, una antigua represa prehispánica ha resurgido para satisfacer las necesidades hídricas de comunidades locales. Liderado por Kevin Lane, investigador del CONICET, este proyecto de restauración no solo provee agua para consumo personal y actividades agropecuarias, sino que también preserva un valioso patrimonio arqueológico. Descubrí cómo la rehabilitación de «Ricococha Alta» marca el inicio de una serie de construcciones similares en la región andina.

Créditos: Past Water Futures – Gerda Henkel Stiftung
En la remota Cordillera Negra de los Andes peruanos, la represa prehispánica «Ricococha Alta» ha sido rehabilitada y oficialmente inaugurada. Con una capacidad de treinta mil metros cúbicos de agua, esta antiquísima construcción ya satisface las necesidades hídricas de más de 1.200 personas y actividades agropecuarias en dos comunidades locales.
Kevin Lane, líder del proyecto e investigador del CONICET en el Instituto de las Culturas, destaca las ventajas económicas y estructurales de restaurar una represa prehispánica en lugar de construir una moderna de cemento. Además de ser más resistentes a los movimientos sísmicos, estas estructuras brindan agua a las comunidades y preservan un invaluable patrimonio arqueológico.
La rehabilitación de «Ricococha Alta» requirió una inversión de 120 mil dólares, donados por la Fundación alemana Gerda Henkel, en contraste con el millón de dólares que hubiera costado una represa de cemento. Esta diferencia de costos demuestra la viabilidad y el potencial de replicar este tipo de proyectos en la región.

Créditos: Past Water Futures – Gerda Henkel Stiftung
Durante la ceremonia de inauguración, Lane resaltó que el éxito de «Ricococha Alta» puede ser el punto de partida para la recuperación de más represas prehispánicas, que podrían ayudar a aliviar el estrés hídrico que enfrentan las comunidades andinas en el siglo XXI, marcado por el cambio climático.
En la Cordillera Negra, se estima que existen más de 200 estructuras de represas prehispánicas. Lane planea realizar un detallado relevamiento para identificar cuáles pueden ser rehabilitadas y convertirse en soluciones sostenibles. La flexibilidad de estas construcciones, basadas en técnicas ancestrales, ha permitido que muchas represas continúen almacenando agua de lluvia durante siglos.
La rehabilitación de «Ricococha Alta«» representa un logro emocionante para Lane y un hito en la arqueología contemporánea. Verónica Isabel Williams, investigadora del CONICET y directora del IDECU, destaca cómo este proyecto demuestra cómo la arqueología puede dialogar con el presente y beneficiar a las comunidades actuales.

Créditos: Past Water Futures – Gerda Henkel Stiftung
El acto de inauguración contó con la presencia de representantes locales, autoridades municipales, el Ministerio de Cultura de Perú y diversas instituciones académicas. El proyecto ha despertado interés en otros organismos y se espera que más represas prehispánicas sean rehabilitadas, generando un intercambio de conocimientos entre pasado y presente que beneficie a otras regiones.
Este renacimiento histórico de la represa «Ricococha Alta» representa un rayo de esperanza en un contexto de cambio climático y escasez hídrica. Es un ejemplo de cómo el respeto por la historia y la sabiduría ancestral pueden ser la clave para superar los desafíos del presente y construir un futuro sostenible en armonía con la naturaleza.
